Día 5 (Primera Parte)
16
de mayo de 2012
El abogado de D`amico y Laitán, el Dr. Zaín |
Durante esta jornada, miembros del ejército que fueron apresados y sometidos a torturas por negarse a participar de la represión ilegal revelan como actuaba la estructura militar e identifican a D´Amico como un oficial con poder que dirigía los operativos. Además, el ex agente de
Es miércoles, el comienzo de la audiencia demoró unos veinte minutos y finalmente comenzó con la solicitud del defensor de D´Amico y Laitán, el abogado Zaín, pidiendo al tribunal que excluya el testimonio del ex policía Miguel Gonzales realizado el día de ayer. El argumento es que, al haber formado parte del DIP y al haber reconocido su participación en al menos un operativo de secuestro por el que tendría que estar imputado, no puede ser testigo. El ex policía había identificado a D´Amico como un asiduo visitante de
“No quería recordar nada porque no iba a poder vivir”.
El primer testigo
fue detenido en su pueblo natal, Lugones, en enero de 1977. En ese momento era
un joven estudiante de Ingeniería Forestal. Cuando se lo llevaron le informaron
que la orden de detenerlo venía de la
SIDE y, aunque jamás vio esa orden lo llevaron allí donde fue
salvajemente torturado. “Al llegar, sin explicarme nada me golpean, me
aplicaban corriente… prefería la muerte antes de eso… prefería morir”. Su
estómago había quedado negro de tantos golpes. “Quién te engancha, qué lees,
con quién te reúnes” eran las preguntas que repetían una y otra vez durante las torturas. El testigo
dijo no poder precisar cuántos días estuvo en esa situación por estar vendado
todo el tiempo. Recordó que lo común era que, cuando prendían el equipo de
música, estaban torturando. “Lo peor era cuando torturaban a mujeres” dijo el
testigo que pensaba en todo momento que podía ser su novia la que estuviera en
la sala de tortura. Reconoció como los que atormentaban a los detenidos a López,
Garbi, Azar, Corbalán, Guevara, Díaz, Brao y Laitán e identificó como a uno de
los peores a Roberto Díaz quien “los sacaba desnudos al patio por puro gusto”.
Roberto Díaz se encuentra prófugo de la Justicia |
En otro tramo de su
relato, recordó a un joven abogado que visitaba habitualmente la DIP , al que todos llamaban “Maco”
Martin.
El testigo estuvo detenido en este centro
clandestino por más de una y medio en una pequeña celda que compartía con otros
tres presos políticos.
Estando allí contó que, Bussi concurrió a la
DIP que estaba en la Belgrano a investigar la identidad de un militar
que se encontraba detenido, que era conocido de vista por el testigo porque
vivía en la zona de Lugones. Decía llamarse “Eduardo”, y según sus dichos había
trabajado en el Operativo Independencia. Esta persona había sido capturada y
encerrada en la DIP
donde fue torturado en reiteradas oportunidades. Según cuenta el testigo, fue
tal la desesperación de este hombre que terminó cortándose las venas con una
lata de gaseosa, por lo que fue llevado al Hospital Regional y nunca más se
supo nada de él.
En la época del Mundial,
la SIDE fue
trasladada a la calle Libertad. El
testigo declara que allí trajeron detenidos a un matrimonio que era de la zona
de Selva y que vio al acusado Laitán entrar al cuarto donde se encontraba la
mujer y luego salir vanagloriándose de haber abusado de ella.
A mediados de 1978 la SIDE fue trasladada a la calle Libertad 732, donde funcionó hasta finales de 1983. |
Cuando el testigo
recuperó su libertad, ya había muerto su padre. Por último expresa que después
de ese clavario “no quería recordar nada
porque no iba a poder vivir”.
“Los militares Vargas, Colinos, Arce, Lucero, Marchant, Gonzales y Cisterna, entre otros actuaron en el operativo de detención junto a civiles”
Banda de música del Batallón 141 (Archivo IEM) |
“El único interés es que se haga justicia y
que se sepa la verdad” comenzó el segundo testigo del día. Sus palabras eran
las de un hombre que formó parte del cuerpo militar. En 1975 era Sargento del
Ejército e integraba la Banda
de Música. La noche del 19 de noviembre de ese año, el ejército allanó su casa
y lo detuvo junto a su hermano y su cuñado. En el operativo reconoció a los
militares Vargas, Colinos, Arle, Lucero, Marchant, Gonzales y Cisterna por ser
el parte del batallón 141. “Entraron por todos lados, acompañados de civiles, golpeando a toda la familia”. El testigo
recuerda por ejemplo, a Marchant apuntando a su sobrina bebé con una pistola,
atando y vendando a su hermano y cuñado. Todos fueron llevados al Batallón 141 amenazados
de muerte. “Mi madre no se pudo recuperar hasta su muerte”, dijo.
La historia de
persecución se había iniciado en el 74, y
las detenciones se tornaron moneda frecuente.
“Torturas, golpes, toallas y sabanas manchadas de sangre
estaban a la vista de todos”
Ana María Mrad |
En su detención del 75 fue
llevado a lo que internamente llamaban Destino. Allí logró identificar a muchos
detenidos como Graciela Lescano, Ana Maria Mrad, Doristeo Jaime, y varias personas
de Clodomira. “Torturas, golpes, toallas y sabanas manchadas de sangre estaban a
la vista de todos”, narró el testigo que fue esposado a una cama durante seis
meses acusado de ser montonero. Niza, Marchant y Tijera eran los nombres recurrentes en ese lugar.
Señaló a D´Amico como
director de operativos y de inteligencia
durante el `75 y como el hombre que se hacía cargo de la seguridad del cuartel
como oficial de servicio, cuando no se
encontraba el jefe de batallón. También identificó como oficiales de
inteligencia a Zamalea, Vargas y los oficiales que participaron de su secuestro,
entre otros.
Explicó el nexo de los
militares con el poder político y contó que se pinchaban las líneas telefónicas
del gobernador, de los ministros para controlarlos. “Había cursos de inteligencia
y de política donde se preparaban para combatir comunistas”, dijo.
Fue sometido a consejo de guerra acusado, por ejemplo de “tener literatura subversiva del comunista Pablo Neruda”
En el 76, lo llevaron a
tratamiento psiquiátrico en el hospital militar y allí vio internado a quien
había sido su torturador, el oficial Tijera. Finalmente fue sometido a consejo
de guerra acusado, por ejemplo de “tener literatura subversiva del comunista Pablo
Neruda”. Después de un juicio en el que su defensor “lo atacaba más que el
fiscal”, recibe condena de 3 años.
Luego, declaró su
hermano. Miembro de la juventud peronista, tuvo como destino de su detención el
centro clandestino que funcionaba en Santo Domingo. Allí el testigo cuenta que se
los recibía con “simulacros de fusilamientos,
se escuchaban los tiros y gritos”. “Nos ponían en pozos
individuales con soldados armados
apuntándolos y sometiéndolos a todo tipo de torturas, golpes, quemaduras,
submarino. Contó que hasta les “hacían presenciar las torturas de otras
personas” buscando respuestas a sus interrogatorios. “He visto muchas personas
que no llegue identificar, supe que habían mujeres, Ana María Mrad de Medina estaba
en Santo Domingo”, recordó.
Santo Domingo (Frente del Centro Clandestino de Detención) |
Santo Domingo. Sótano del lugar |
Sus vetustas instalaciones guardan el secreto de la muerte y el horror |
En la cárcel de Resistencia
donde fue trasladado, Musa lo interrogó sobre Rudy Miguel, Héctor Carabajal y Doristeo
Jaime, compañeros de militancia a los que anteriormente le había mostrado
fotografías en los interrogatorios mientras lo torturaban.
“Me pareció una burla ver a Bussi llorando implorando clemencia en su juicio”
El siguiente testigo
fue un conscripto de esa época que se decidió a hablar luego de ver la campaña
que recientemente pusieron al aire los organismos de derechos humanos donde se
dirige a las personas que hicieron el servicio militar en los años de la
dictadura.
“Me interesa colaborar
para que se llegue a algo”, dijo al tribunal. En el `74, por el servicio militar
llega a Santo Domingo “era un campo de concentración” afirma “donde la
finalidad era armar un tipo de soldado para ir a pelear”. Allí cuenta que
sufrieron golpes, palizas, pozo zorro (agujero del diámetro de los soldados
donde se los dejaba). Exigidos al extremo el físico y de la psiquis durante 45 días
de adoctrinamiento, los quebraban así como hacían con los prisioneros.
El ex conscripto dijo
haber participado junto el subteniente Alberto Gonzales en los secuestros de
Guillermo Alegre y de una mujer en la propiedad donde se encuentra actualmente el
supermercado Chango Mas. “Nosotros la depositamos en la SIDE ” dijo y agregó que tomó
conciencia de que lo podían matar. En ese momento, el testigo decidió negarse a
seguir participando de los operativos por temor. Por esta razón, Niza le saca
el permiso de salida dejándolo confinado por más de dos años en la
enfermería de batallón bajo las ordenes
de López. Allí le descubren epilepsia y
debe vivir medicado.
“Bussi te sacaba con la fusta si no cumplías algún parámetro y era calabozo. Me pareció una burla ver a Bussi llorando implorando clemencia en su juicio”
D`amico (Archivo IEM) |
Coincidiendo con otros
testimonio, reconoció a D´Amico como jefe de operaciones e inteligencia, y
nombró a López Coock, Aragón, López, Álvarez, Jamier, Correa Aldana, Alfredo Niza,
Fiorini como los militares que ostentaban
poder en el 141. Todos se doblegaban ante Bussi y Menéndez cuando estos
concurrían. “Bussi te sacaba con la fusta si no cumplías algún parámetro y era
calabozo. Me pareció una burla ver a Bussi llorando implorando clemencia en su
juicio”
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